jueves, 29 de marzo de 2012

Cenas y más cenas

Hoy cambiamos de tema. Estos últimos días en el piso en Pamplona están siendo mucho más relajados que al empezar el mes. Hemos tenido unos cuantos eventos. Para mi cumpleaños hice una cena para nosotras tres. Pero las celebraciones han seguido.

Primero, el jueves día 8 de marzo hicimos una cena para celebrar que Andrea, una de mis compañeras de piso, ha terminado el master que estaba haciendo. Nos preparamos una cena mejicana, con tacos y nachos con queso.

Pero lo mejor se lo guardaron mis compañeras para el final. En cada cumpleaños preparamos alguna sorpresa (llenamos la sala de estar o las habitaciones con globos y adornos cumpleañeros) pero este año para mi cumpleaños no habíamos hecho nada. Mis compañeras pasaron la semana escribiendome mensajes contando los días que quedaban para la cena.

Yo, llegado el día, y después de tantos mensajes, olvidé que ya era el último día, y me olvidé de la sorpresa. Pero después de cenar, sacaron un montón de cartulinas, y me prepararon el juego de 'Atrapa un millón'. Me habían preparado un tablero, y por cada etapa tenía dos preguntas a elegir, sacaban las tarjetas al tablero, y a mi me dieron 12 monedas de chocolate para que las repartiera. Yo siempre he sido mucho de elegir una sola respuesta, y me tuvieron que dar otra oportunidad porque perdí todo el dinero en la quinta pregunta. Y al llegar al final, sacaron mi regalo...

¡¡¡¡¡ME HABÍAN PREPARADO ELLAS MISMAS UNA TARTA DE GOMINOLAS!!!!!

Y mientras nos las comimos, estuvimos jugando al juego de 'Password'. Muy divertido todo!

El sábado de esa misma semana, o sea, el día 10, teníamos otra cena. Resulta que cuando yo vine al piso, mis compañeras ya llevaban viviendo juntas dos años. Y cada año, para el sorteo de Navidad, compraban un decimo. Así que cuando yo vine me preguntaron si quería participar con ellas. Yo no compro nunca estas cosas, pero bueno, les dije que sí.

Y el año pasado no nos tocó nada. Pero este año la cosa a sido distinta. Nos tocaron 100 euros en el sorteo! Y claro, para repartirlo entre tres, preferimos gastarnoslo en una cena en condiciones. Hemos tardado unos días en decidir cuándo reservar, y lo más importante, dónde. Al final nos decidimos por el restaurante 'Otano', en el centro de Pamplona.

Cenamos de maravilla y después, nos fuimos de fiesta las tres juntas. Aquí una foto. Mejor no comentarla.


martes, 27 de marzo de 2012

Actividades alternativas

Después de muchos días sin pasar por aquí, ya os contaré la razón, hoy vuelvo con mi verano en Pornic y con dos noticias importantes.

Y os las cuento antes de empezar. La primera, es que este verano volveré a Pornic a trabajar, pero no con mis niños, sino que voy a volver a la casa en la que estuvo María el verano pasado. Con Cloe, Matteo y Calvin.

La segunda noticia, de la que os hablaré más de aquí en adelante, sobre todo mi evolución, es que he vuelto a empezar la dieta Pronokal. Ya llevo una semana y media en la que he perdido 3 kilos. Estoy muy contenta! Parece ser que esta vez si que voy a poder seguirla, y bueno, no os lo he contado antes porque primero quería saber si me iba a funcionar. Han sido muchos intentos antes para ver que tal iba y han fallado, y hasta estar un poquito segura esta vez no os he querido decir nada.

Y tras daros estas dos buenas noticias (para mi muy importantes), seguiré contandoos que tal me fue la segunda semana de julio. Fran seguía en Pornic de visita, y tras las actividades 'especiales', por llamarlas de alguna forma, y que sólo fueron dos días, el resto los pasamos muy tranquilos en el pueblo, con los niños y con mis dos amigas, María y Luisa.

El 14 de julio, día de la Bastilla, y muy importante en Francia, pensamos en llevar a los niños a un centro de juegos que ya os enseñaré más adelante. Pero al llegar, claro, fiesta nacional en Francia, estaba cerrado. Y cómo habíamos preparado la comida para hacer un pick-nique, la aprovechamos para comer en la playa.


Me encanta esta foto de Fran con los peques. Sobre todo porque justo antes que esta, hice otra en la que Maelys no estaba, y la cara de Theo es taaaaaaan diferente! En la primera sale sonriente, pero en esta no! ¡Son tan divertidos!

Por la noche, ese mismo día, en el puerto de Pornic había fuegos artificiales. He de decir que no era ninguna novedad, ya que casi cada semana había fuegos artificiales en alguno de los pueblos de la zona (desde Saint-Brevin hasta La Bernerie-en-Retz). Y aprovechando la fiesta, nos juntamos todos. María con los tres niños, Luisa con Matt y Fran y yo con mis peques. Fuimos todos a ver los fuegos y tras eso, compramos unos crepes y gofres con nutella que estaban de vicio!


Y el último día que pasó Fran con nosotros, nos fuimos a la playa con Maria y Calvin. Maelys se lo pasó en grande ella sola jugando con la plancha.


Fran, Theo y Calvin pasaron la mañana jugando a fútbol.


Y mientras, María y yo fuimos viendo alucinadas el montón de medusas que había fuera del agua, y sobre todo, su tamaño. ¡Eran gigantescas!


Al día siguiente, y después de que Fran se marchara, María y yo nos fuimos hasta Prefailles. Es un pueblo muy turistico, pero un poco alejada tiene una playa muy pequeñita, aunque bastante masificada, llena de piedras, muy bonita! Y justo al lado, se encuentran un paseo precioso en el que se pueden observar unas construcciones, allí las llaman blockhaus. Son unas edificaciones de defensa que usaron los franceses durante la Segunda Guerra Mundial. Todas excepto una están cerradas al público.


Esa semana, María había tenido a Salomé, una prima de sus niños en casa, y había traído un aparato para hacer esa especie de rastas con hilo en el pelo. Todas pasamos por sus manos. Cada una nos hicimos una de un color. Os dejo con la foto de Maelys mientras se la estaban haciendo.


miércoles, 14 de marzo de 2012

Milán III

Y aquí llega el último post sobre mi viaje a Milán. Me hubiera gustado pasar mucho más tiempo allí, estoy deseando volver! Me gustó muchísimo.

Tras el descanso en el hotel, y una ducha reparadora, nos fuimos a dar una vuelta, ya de noche, por la zona de Brera. Cogimos el metro que nos llevaba directas a Corso Como, y seguimos bajando andando por todo Corso Garibaldi.


Por el camino, y como no podía ser de otra manera en Italia, nos comimos un helado. El mio era de mora. Buenísimo!!! Muy muy rico. Y aprovechamos a admirar que en las heladerías también cuidan la imagen.



Bueno, la idea era que si bajábamos por Corso Garibaldi todo recto, sin girar en ningún momento, llegaríamos diretas al castillo de los Sforza. Esa era la teoría. La realidad es que no sabemos todavía en que momento cogimos la calle equivocada, pero fuimos a parar directas a la plaza del Duomo. Pero con mucha suerte, porque casualmente ese día proyectaban un espectáculo del luces y sonidos sobre la fachada de la catedral. Esta es la mejor foto que pudimos sacar, pero fue muy interesante.


De ahí volvimos a cenar algo al mismo bar del día de antes, el Rock&Roll. Y claro, con lo bien que nos habían tratado y lo ricos que estaban sus cócteles, no podíamos irnos sin bebernos el último. Pero volvimos enseguida a casa, que al día siguiente nos esperaba lo que para mí era la parte más importante del viaje: la visita de la obra 'La última cena' de Leonardo Da Vinci.

Tuvimos que madrugar mucho y andar bastante rato después de salir del metro. Pero cualquier cosa que hubiesemos hecho, seguro que merecía la pena. Llegamos por la parte trasera de la iglesia, y entramos por un claustro muy bonito.


Del claustro entramos a la iglesia, tuvimos que cruzarla entera para llegar a la zona del refectorio. No paramos a verla porque llegabamos con el tiempo justico, pero tenía buena pinta. Y llegamos, entramos en la zona dónde se recogen las entradas. Y todavía nos dio tiempo a esperar un poco nuestro turno.

Lo tienen todo controladísimo. Mu hubiera encantado hacerle una foto, pero era imposible. Se entra en grupos de quince personas. Primero nos hicieron pasar a una especie de urna de cristal y cerraron la puerta. Una vez cerrada, se abría la siguiente a una segunda urna. Y de ahí, nos dejaron pasar a la sala en la que se encuentra la pintura.

Sólo te dan 15 minutos para observarla. Muy poco tiempo. Yo entiendo que es el correcto para que la pintura no se estropee, pero si hubiera sido por mí, hubiera entrado también los 60 minutos siguientes. Una lástima que estuviesen todas las entradas ya vendidas. Esta es la fachada de la iglesia.


Y aquí, la prueba de que entramos! 


Una vez salimos, nos dirigimos a Corso Buenos Aires, a seguir con las últimas compras y a terminar de ver toda la calle. Y ya nos fuimos directas a coger el bus que nos llevaría al aeropuerto, y de allí, de vuelta a España.

lunes, 12 de marzo de 2012

Milán II

La segunda parte se ha hecho esperar, pero ya os descubriré el por qué. Y es que no puedo dejar de hacer cosas. ¡Necesito que los días sean más largos!

Pero allí vamos, Milano. Trás visitar la Galleria Vittorio Emanuele, salímos a la plaza donde se encuentra la Scalla de Milán. Se encuentra en una plaza muy bonita. Con una escultura del gran Da Vinci en el centro rodeada de bancos. Y claro, después de toda la mañana sin parar, nos dimos un descansito sentadas frente a la entrada de la Scalla. Después, seguimos con nuestra ruta. Subimos toda la zona de Monte Napoleone dónde se encuentra el cuadrilátero de oro. Las tiendas más chic de todo Milán.


Y ya casi al final, nos encontramos de frente con el edificio Armani. Eso es, todo un edificio que daba la vuelta a la manzana y que como imaginareis es todo, enterito, de Armani. En él venden hasta chocolate de la marca Armani, impresionante! Aunque eso sí, no contentos con un edificio, se ve que no les cabían las cosas, la siguiente esquita está dedicada a los complementos de la firma. Todo muy simple...


Y al acabar la calle, nos encontramos de frente co el parque Porta Venezia. Espero que en otra época del año el parque sea más bonito que cuando nosotras estuvimos. Yo tenía muchas ganas de pasear por allí, y me decepcionó un poquito. Estaba todo muy marrón. Los árboles sin hojas, y claro, desluce mucho! Pero aún así, nos lo cruzamos enterito!




Y de allí salimos directísimas a Corso Buenos Aires. El sueño de cualquiera al que le guste la moda. Casi dos kilómetros de tiendas a ambos lados de la calle. ¡Realmente un sueño! Y lo encuentras todo. Ropa, zapatos, complementos, maquillaje... En esta calle se encuentran las tiendas low cost (Zara, Mango, H&M,...). En el momento en que empezamos a recorrer la calle nos olvidamos de la cámara. Os dejo la única foto, de la tienda de H&M (3 pisos de tienda!)


Eso sí, no pudimos recorrerla entera. Cuando llegamos a la mitad nuestros pies se negaron a dar un sólo paso más, y tuvimos que volver al hotel a descasar un poquito. Una pena, porque esta calle merece todas las horas que puedas dedicarle! Lo que hicimos después del descanso, esta vez sí, para mañana!

miércoles, 7 de marzo de 2012

Viaje a Milán I

Bueno, hace días que acabé los examenes, me fui de viaje (y ya he vuelto) y se me ha vuelto a ir la pinza. Las últimas dos semanas han sido un poco caóticas, pero no pasa nada, ya he vuelto, y os cuento que tal me ha ido!

Lo primero, el viaje a Milán. IMPRESIONANTE. No tengo una palabra mejor que describa los dos días escasos que pasamos allí. Nos dio tiempo a ver todo, a disfrutar de las compras, a tomar algo, a ver parte de la semana de la moda... Un gustazo!

Nada más llegar, y para empezar, que estación de tren taaaaaaaaaaan bonita! Grande, grandísima! Es una mezcla de arquitectura clásica y un interior totalmente nuevo y reformado.


Y una vez ubicadas, y después de que los taxistas no quisieran llevarnos porque estábamos muy cerca, nos fuimos en busca del hotel. Y tras dar varias vueltas y preguntar varias veces, un chico muy simpático nos acompañó hasta casi la puerta y nos comentó que cerca de allí había un bar bastante chulo. Y gracias a él conseguimos llegar sanas y salvas.

 Tras llegar al hotel, instalarnos, deshacer mochilas y cenar un poquito, marchamos a ver si encontrábamos el bar que nos había recomendado aquel chico. Y si, lo encontramos a la primera y era increible! Se llama Rock&Roll y está probablemente en uno de los peores barrios de Milán (dónde nos alojábamos!), pero es genial. Está todo decorado con imagenes de grupos rock de todos los tiempos (paredes, mesas), el suelo tiene púas incrustadas, hay guitarras colgadas en las paredes... Muy recomendable! Y lo mejor, los camareros son majísimos y hacen unos cócteles riquíiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimos!!!!!!


Y una vez nos bebimos los cócteles, nos fuimos al hotel a dormir, que estábamos muuuuy cansadas del viaje.

Al día siguiente, salíamos del hotel hacia las 9 y media de la mañana dispuestas a ver todo Milán. ¡Y vaya si lo vimos! Lo primero que hicimos fue conseguir un plano del metro y nos dirigimos al castillo de los Sforza. 


De allí nos dirigimos directamente al lugar más bonito y visitado de Milán. El Duomo. Yo lo esperaba con mucha más altura, pero es impresionante igualmente. Muy bonito, muy barroco! Y el interior, inmenso, aunque un poco oscuro. Lo mejor, sin ninguna duda, subir a sus tejados. La broma es bastante cara, 10 euros por persona, pero merece la pena. Las vistas no son las mejores del mundo, pero ver los tejados de cerca, pasear por lo alto de la catedral, es precioso.



Seguido, nos pasamos a la Galleria Vittorio Emanuele. Debería haber sido lo primero. Elegantísima. La cúpula es impresionante. Allí tienes la misma sensación que Holly de Desayuno con diamantes siente en Tiffany's, nada malo puede ocurrirte alli. Y dentro, dejando de lado las impresionantes tiendas de Gucci, Prada y Louis Vuitton, la mejor tienda sin duda, por lo menos para mi, era una tiendecita llena de objetos muy especiales. Os dejo la foto.



Y tras este resumen de las primeras horas en Milán, os dejo. Mañana la segunda parte!