jueves, 12 de abril de 2012

Por tí, GRANDE!

El domingo pasado empezó el mundial de motociclismo de este año, y yo tenía demasiadas ganas de ver motos. Pero faltaba alguien importante. Es la primera temporada sin Marco Simoncelli y eso se me hizo bastante duro. El día que se mató, el 23 de octubre del año pasado, en el Circuito de Sepang, Malasia, yo me había despertado a ver la carrera. Vi en directo su accidente. No pude dejar de llorar en todo el día. 

Para mí, que me encantan las motos y sobre todo las carreras, Marco era un piloto casi perfecto. Agresivo dentro de la pista y simpático fuera de ella. Me hizo disfrutar en muchísimas carreras, sufrí con él en otras tantas, pero era Marco. Mi piloto preferido ha sido siempre, es y será Valentino, siempre Valentino. Pero después de perder a Marco, fue como si una parte del Valentino que tantísimo me gusta se fuera con él. Es una sensacion extraña. 



Marco se merecía que hubiera escrito algo para él el día que murió, pero fui incapaz. Todavía me siento incapaz de decir todo lo que me hizo sentir, todo lo que me hizo disfrutar, todas las sensaciones que viví la última vez que lo vi subido a la moto. Todavía no creo que haya muerto, me cuesta asimilarlo.

La carrera de Sepang era la penúltima de la temporada pasada, y por supuesto, después de lo que pasó, en Valencia, la última carrera del año, todos le hicieron un homenaje precioso. Todos los pilotos de las tres categorías salieron a dar una vuelta juntos por el circuito, y su moto, la Honda con el 58 iba la primera, conducida por Kevin Schwantz. En su box, sus mecánicos extendieron una pancarta en la que se poría leer: 'Ha sido un honor y un privilegio trabajar contigo'. Además pusieron su moto y su casco, para que todo el mundo pudiera verla.



Para mí, lo mejor que me ha pasado, es poder disfrutar de dos carreras en Motorland con él,


con Valentino Rossi,


y con Nicky Hayden.


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